En un pueblo granadino había una niña llamada AlaNa. Era guapa, de ojos marrones, pelo castaño, nariz chata y boca pequeña. Era muy alta, tan alta que llegaba al techo de la casa. Ella soñaba ser más baja, como todas sus amigas. Sabía que el día de NaviDad todo se podía hacer realidad y lo único que quería ser más baja.
Al día siguiente, mientras estaba en la escuela, vio algo por la ventana; volvió a mirar pero no observó nada; sonó la campana y salieron al patio. Alana salió a ver, sin resultado, si había alguien, pero cuando se dio la vuelta se llevó un susto. Lo primero que encontró fue un minúsculo cuerpo y después unas pequeñísimas piernas, brazos y cabeza. Se dio cuenta de que era el HaDa de la Navidad.

Después de un rato el hada le preguntó: -¿Eres Alana?-

Alana respondió: -Si soy Alana-

El hada preguntó: -¿Cuales tu deseo de navidad?-

Alana sin rodeos dijo: -Lo que mas quiero es ser baja-

Y el hada aseguró: -En Navidad seras mas baja-
Entonces el hada se fue y Alana no supo más de ella. De todos modos se quedó muy tranquila al saber que su sueño se haría realidad.

Llegó el día de Navidad, pero su sueÑo no se había cumplido y ella se decepcionó mucho. Pero de pronto ... notó que algo le pasaba; miró y descubrió que era mas pequeña, ¡su sueño se había hecho realidad! Se alegró tanto que empezó a brincar y brincar hasta que se cansó. En la cena de Navidad todos se asombraron al ver a Alana.

Desde aquel día, Alana fue tan feLiz que nunca se acordó de cuando fue tan alta.

Alumno de Sexto de primaria