AriaDne y la MariPosA
HaBía uNa Vez una niña llamada Ariadne. Era una niña muy alegre y muy sensible.
Todos los días, después del colegio, iba al bosque que estaba cerca de su casa. En este bosque había muchas mariposas, y a ella le gustaba observarlas.
Un día, la maestra les mandó hacer un trabajo de los animales, y ella decidió hacerlo sobre las mAripOsaS.
Ariadne no sabía cómo hacerlo, así que fue corriendo a casa a consultarlo con su mamá.
Todos los días, después del colegio, iba al bosque que estaba cerca de su casa. En este bosque había muchas mariposas, y a ella le gustaba observarlas.
Un día, la maestra les mandó hacer un trabajo de los animales, y ella decidió hacerlo sobre las mAripOsaS.
Ariadne no sabía cómo hacerlo, así que fue corriendo a casa a consultarlo con su mamá.
-Hija, vete a tu cuarto e imagínate que estás con miles de mariposas.
A la NiñA se le ocurrió una idea mejor: ¡Podía ir al bosque de las mariposas y hacer allí los deberes!
AriaDnE, sin pensarlo, se fue al bosque, abrió la mochila, y una mariposa se metió dentro de ella. Cuando la niña terminó de hacer los deberes se fue para su casa.
Su madre la llamó para cenar, y al abrir la mochila para guardar sus libros, vio como aquella preciosa mariposa salía revoloteando.
Se puso muy contenta y decidió guardarla en un jardín que tenía lleno de plantas y que era adecuado para ella.
La mAripOsa le dijo -No me mates-
Le respondió la niña: -No te voy a matar, te voy a meter en un sitio adecuado para ti-
Al cabo de unos días la mariposa puso huevos, y la niña estaba impaciente porque nacieran las mariposas.
Pasaron unos días y nacieron muchísimas. Estaban por todos los sitios, y su jardín y su habitación se llenaron de miles y miles de colores.
Ariadne las cuido siempre como si fueran sus heRmanAs.
A la NiñA se le ocurrió una idea mejor: ¡Podía ir al bosque de las mariposas y hacer allí los deberes!
AriaDnE, sin pensarlo, se fue al bosque, abrió la mochila, y una mariposa se metió dentro de ella. Cuando la niña terminó de hacer los deberes se fue para su casa.
Su madre la llamó para cenar, y al abrir la mochila para guardar sus libros, vio como aquella preciosa mariposa salía revoloteando.
Se puso muy contenta y decidió guardarla en un jardín que tenía lleno de plantas y que era adecuado para ella.
La mAripOsa le dijo -No me mates-
Le respondió la niña: -No te voy a matar, te voy a meter en un sitio adecuado para ti-
Al cabo de unos días la mariposa puso huevos, y la niña estaba impaciente porque nacieran las mariposas.
Pasaron unos días y nacieron muchísimas. Estaban por todos los sitios, y su jardín y su habitación se llenaron de miles y miles de colores.
Ariadne las cuido siempre como si fueran sus heRmanAs.
Andrea González Chando
10 años
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