Sucedió cierta vez que en mundo sólo habitaban tres pueblos: el de IrIs, el de Malva y el de IsHu. Los tres estaban siempre en guerra por cualquier motivo. En el pueblo de Ishu vivía una joven muy lista y que añoraba la paz, pero sabía que por causas extrañas nunca podrían tenerla.

Un día, rebuscando entre sus cosa,s encontró un libro que se titulaba “La grulla y la paz” Se puso a leerlo y entonces comprendió que la grulla era símbolo de amistad. A ella la encantaba pensar que unión de los tres pueblos era posible, y quería que en todo el mundo la hubiera. Siguió leyendo hasta que llegó a una vieja profecía que decía que sólo la grulla podía traer la paz al mundo. Cada día se informaba más y más, y supo que la grulla debía hacer presencia en la batalla mundial.

Con sus lecturas comprendió que la grulla rey era el animal que ella debía buscar. Empezó entonces a intentar hallarla, pero no encontró la que quería. La chica investigó sobre las diferentes grullas y descubrió que la grulla rey tenía una mancha negra en el lomo.

Entonces se acordó de una que vio hace tiempo, en una laguna lejana, y fue al lugar en el que la había visto. Cuando llegó, para su sorpresa, .... ¡estaba allí!

La muchacha la cogió dulcemente y se presentó con ella ante el campo donde luchaban, y entonces, de forma inesperada las personas se calmaron, los cañones se pararon y la guerra se acabó.

Al final, todo el mundo se marchó en su casa, olvidaron los motivos de sus peleas y desde ese momento ya no hubo mas guerras entre los pueblos.

/IvÁn GueRra/

Alumno de Sexto de Primaria