Éramos un grupo de cinco submaRinistas llamados Miguel, Adrián, Maleni, Iván y yo, Jorge. Estábamos un día buceando, cuando vimos un refleJo, como a seis kilómetros hacia abajo. Intentamos llegar, pero se nos acabó el oxígeno y tuvimos que regresar.
Entonces dije:

-¿Por qué no nos compramos un submarino?
-¿Con qué dinero?-dijeron a coro. -Reuniremos el dinero que tenemos ahorrado.

Al día siguiente todos aportamos nuestros aHorros y entre los cinco reunimos el dinero para comprar un submarino de cinco plazas. Entonces buscamos una tienda de marina y adquirimos el último que quedaba
Al amanecer salimos rumbo al puerto, con aGua y provisiones para un mes. Cuando zarpamos, tratamos de ir en busca del brillo misTerioso y nos atacó un tiburón. Rompió parte de un cristal y todo se estaba llenando de aGua.

-¡Tengo algunos chicles, los masticamos y los pegamos en el cristal!-dije
-Vale, mejor que nada-dijo Juan . Entonces lo pegamos
-Para el apaño está bien-dijo Miguel.

Más tarde nos alcanzÓ un pulpo gigante y nos retrasó un poCo.
Cuando conseguimos acercarnos al lugar de donde procedía el punto brillanTe, comprobamos que era un coral transparente y le echamos muchísimas fotos. Fue una maravillosa visión y lo bautizamos como “El Coral de Cristal”.

Decidimos dejarlo tal y como estaba y no publicar las foTografías para que el mundo civilizado no se pudiera aCercar, ni hacerle daño, y permanecer así por siempre, libre en su perfecto mundo submarino.

/JorGe MarTínez/

Alumno de 6º B de Primaria