Alegre y animada; así es mi casa. Un pequeño bosque alejado de todo, entre grandes montañas.
¡Perdón, no me he presentado! Soy María José,  una conejo muy saltarín que habita en un bosque muy, muy lejos de aquí. Siempre me ha gustado mucho mi hogar, menos en la última Navidad que un lagarto llamado Casper estropeó  ... aunque luego se arrepintió y todo lo arregló:

Era la mañana de Nochebuena, todos los animalitos del bosque esperábamos la llegada de Javier, un ciervo que había ido hasta la ciudad a ver si conseguía algunos adornos de Navidad . Cuando entró en el bosque todo el mundo se puso muy contento al ver que Javi traía luces para el árbol, adornos, un belén gigantesco...Nada más llegar nos pusimos manos a la obra: el belén , lo pusimos bajo el gran pino; las luces y los adornos en el gran árbol...Cuando todo estaba terminado lo miramos con gran entusiasmo, ¡nos quedó precioso!

Todos estábamos muy contentos, ... todos menos Casper, el lagarto gruñón. No le gustaban las fiestas de ningún tipo, ¡y se puso a romperlo todo! Por su mal carácter nos quedamos sin Nochebuena y sin Navidad (o eso creíamos nosotros). Justo cuando todos nos íbamos a dormir porque no había cena de Nochebuena, Casper volvió de la ciudad (eso si que nos extrañó, porque nadie le vio salir del bosque). Trajo un montón de adornos y hasta mejores que los que había traído Javi el ciervo, ¡y la Navidad volvió a nuestro bosque!