Él
Una nOchE él
le pidió en sueños
que lo amara.
Pero ella, cAllaDa,
siguió caminando. 
AiRadA.
DeSpaCio.
Nunca le confesaría, 
(ni en sueños)
el dolor de su coRazóN.
 Ana Galindo
[IluStrAción de RaY CaEsar]
 
 Ana Galindo
[IluStrAción de RaY CaEsar]
 
1 comentarios
Hermosa historia. A veces son tan fuertes los latidos que estos se tornan en palabras y con ellas se construyen pequeños reales, o imaginarios. Felicidades
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